lunes, 29 de septiembre de 2008

Aclarando puntos

Buenas, antes de que sigáis leyendo os diré que este mensaje es en respuesta a los comentarios recibidos en amigos horizontales: estos

En respuesta al comentario del 29/09/08 de Pareja2omas (y anteriores):

Lo primero a comentar es que nosotros para encontrar contactos usamos una técnica basada en el busca y encuentra, habla con la gente, etc, de ese modo encontramos sólo lo que buscamos. Eso es más o menos lo que hacéis ahora en el grupo ese y que antes no hacíais, por eso encontrábais sólo gente "rara", no es que fuera del grupo no haya gente tan... como la buscáis vosotros.

En cuanto a si han querido sexo con nosotros, dijimos y decimos que miembros del grupo no han querido sexo con nosotros, igual que otros dentro y fuera del grupo si que nos lo han propuesto.

Otra cosa distinta es lo que nosotros queramos, que vamos a concretarlo un poco para que los lectores que no han tenido ocasión de hablar con nosotros nos entiendan:

El mundo liberal tal y como vemos día a día, y cada vez lo vemos más, consiste en ir con tu pareja a buscar a otra, y sin más (o con poco más) hacer un intercambio en el cual cada uno va a su historia. Nosotros no vemos eso como "lo natural", nosotros creemos que el intercambio (en este caso o cualquier otro juego sexual en pareja) consiste en un juego con TU pareja, no con la otra, es decir, compartir ese momento con ella, disfrutar el uno del otro introduciendo elementos ajenos.

Lo que vemos es que este mundo esta lleno de falsas parejas (muchas de ellas en el propio grupo) o de parejas que no buscan esa complicidad.

El día que encontremos una pareja que sea capaz de comprender ésto, será el día que hagamos un intercambio, un juego o lo que se nos apetezca (a nosotros y a esa pareja).

Esperamos haber aclarado dudas.

Un saludo, Sandra y David.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Liberal no!

Buenas,

después de esta ausencia estamos aquí de nuevo, y esta vez es para contaros una nueva experiencia que nos pasó el sábado 6 de septiembre. Dicho día Sandra y yo nos decidimos a ir a visitar un local de intercambio de parejas. Para nosotros era la primera vez que entrábamos en un local de dicho tipo e íbamos con ciertas ideas en la cabeza de lo que nos contaron muchas personas que ya habían ido. Algunas de ellas nos hablaban de esos sitios como los mejores donde se puede ir, otras sin embargo nos decían que esos sitios no merecían la pena ni pensar en visitarlos.

Nosotros, como solemos hacer con casi todo, escuchamos pero no compartimos, preferimos ir a verlo con nuestros propios ojos para dar una opinión concreta, y visto que por los internetes comentar lo que te comentan o decir lo que lees no esta muy bien visto, me voy a limitar a decir lo que yo he visto y vivido.

Séase la noche del viernes 6 en Madrid, no recuerdo muy bien la calle pero si el nombre del local: fusion. Sandra y yo quedamos con unos amigos, 3 parejas, en un bar de enfrente. Una vez que todos estuvimos listos nos decidimos a proceder. Aproximadamente a las 11.30 o 12 nos fuimos al local. Según llegamos nos abren una disimulada puerta y entramos a una pequeña sala en donde sin mucho orden ni mucha amabilidad nos cobran los 60 euros de la entrada, cosa que de por si nos pareció una pasada, pero como no sabíamos, pues picamos. A cambio de dicha cantidad nos dan cuatro papeles que dedujimos que eran para intercambiarlos por cuatro copas ya que allí no nos dijeron nada.

Una vez dentro avanzamos por un oscuro pasillo, que una vez acostumbrados a la luz vimos que tenia sofás a ambos lados. Al final del pasillo se encontraba la barra donde más tarde canjearíamos los papelitos en cuestión. Llegados a este punto lo que nosotros veíamos era…. un pub! con una ambientación un poco… distinta pero no dejaba de ser un pub, que por cierto estaba hasta arriba. Les comentamos a nuestros amigos que si conocían el sitio para que nos lo enseñaran. Entonces empezó el recorrido por el pub: primero nos enseñaron una primera sala que parecía un poco destinada al sado o alguna variante menos violenta, o incluso para realizar simples juegos; después entramos a otra sala contigua a la barra donde había una piscina. Alrededor de la piscina se encontraban muchas colchonetas donde hasta el momento la gente se sentaba a charlar con sus respectivos; después de ver dicha sala observamos un par de puertas (dos) donde en el interior había colchonetas similares a las de fuera pero con una puerta que proporcionaba cierta intimidad a quien la quisiera; por último se nos comentó que existía en una planta inferior unas taquillas donde depositar los objetos ya sea para usar la piscina o simplemente… para depositarlos. La visita había terminado.

Acto seguido nuestros amigos buscaron un buen sitio y se sentaron a comentar. Sandra y yo aprovechamos dicho momento para ir a investigar el local. Nuestras impresiones después de la primera visita… ese sitio era muyyy pequeño, muyyy lleno, y daba toda la impresión de ser un pub normal y corriente. Por una par de veces intentamos conseguir una copa: operación imposible.

Nos desesperábamos, iba avanzando la noche, nosotros íbamos descubriendo nuevos sitios dentro del local: un cuarto oscuro (igual de oscuro que el resto del local) y una zona para hacer lo que viene llamándose “glory hole” en la jerga americana. Todo vacío: si querías encontrar a alguien tenías que ir a la barra. También descubrimos en la planta de abajo una sala llena de colchonetas pensada para que muchas parejas estuvieran… allí!

Seguía pasando la noche y debía ser que la gente empezaba a animarse: ya se empezaba a ver algo más que pantalones vaqueros y camisetas. Recuerdo que le pedí a Sandra que se pusiera provocativa pensando que todas irían así lo cual desembocó en que parecía que Sandra iba haciendo el ridículo en comparación con las indumentarias que veíamos. Bien es cierto que había chicas muy bien vestidas pero se podían contar con los dedos de una mano.

Seguía avanzando la noche, de vez en cuando pasábamos a ver a nuestros amigos. Ellos ya tenían su fiesta, así que decidimos montarnos la nuestra. Nos fuimos a buscar a alguien que nos gustara pero la edad media del local nos parecía demasiado alta. No es que nos importe, eso nos da igual, pero buscábamos a alguien como nosotros. No paraban de insinuársenos, unas veces más descaradamente, otras menos. Nosotros con educación les decíamos que no eran lo que buscábamos.

Al final, viendo que la noche avanzaba, que aquello no nos gustó, que no encontrábamos a nadie como buscábamos y que nuestros amigos tenían ya su fiesta entonces decidimos armarnos la nuestra propia en un lugar “apartado”. Empezamos Sandra y yo a nuestras cosas cuando al levantar la cabeza nos encontramos a varias parejas mirándonos y poniéndose contiguos a nosotros, incluso chicos solos cuyas parejas no sabemos donde estarían ya que pensamos que ese día no podían venir chicos solos. Supusimos que serían chicos de esos que su “pareja” consistía en una amiga para follar y les sirve para entrar en los locales!

Al acabar nuestra faena fuimos a por nuestros amigos y ellos todavía estaban con su jaleo de modo que intentamos hacer algo de tiempo. Ya era tarde, quedaban pocas parejas, ya las insinuaciones a esas horas eran demasiado descaradas. Nuestros amigos acabaron. Nos dijeron que se iban, al rato nosotros hicimos lo mismo.

Si alguna conclusión podemos sacar de aquella experiencia es que a nosotros no nos gusta ese ambiente. Esos locales sólo sirven para hacer intercambios de parejas, si es que sirven, ya que o eres de los que son muy lanzados y te da igual todo o allí no haces nada. Nosotros queríamos conocer a alguna pareja y lo que nos quedó claro es que allí parecían conocerse entre todos y como suele pasar con los grupos de amigos es que están cerrados y allí no pintas nada. No conocimos a nadie. Si fuera por follar nos hubiéramos hinchado, pero como solemos decir, eso no es ser liberal, eso lo puede hacer cualquiera.

En resumidas cuentas, ahora hablo por mi, David: no me gustó nada el local ni la gente y me pareció excesivamente caro para lo que luego se ofrecía.

También quería comentar que igual el problema es que allí había demasiada gente y en otras condiciones igual la cosa hubiera cambiado. Por cierto, muchas de las personas que había en el local esa noche iban chapeadas, es decir, dio la casualidad de que estábamos metidos de lleno en medio de una fiesta del famoso grupo parejitas mediterráneas (mirar el blog de amigos horizontales para mas información) y aunque hubiera tenido mis roces en el pasado con ellos he de pedirles sinceramente disculpas ya que estaba muy equivocado para con dicho grupo.

Ah, antes de que se nos olvide... si el mundo de las parejas liberales es lo que vimos el otro día entonces preferimos no llamarnos pareja liberal, ya encontraremos la nomenclatura apropiada.

Un saludo, David.